Vuelvo para dejaros mi argumento
sobre verse en la piel de “lo otro”, echadle un vistazo y espero que os guste.
Él, que nunca había sentido
compasión por ellos, nunca se había puesto a pensar cómo sería ser aquello de
lo que siempre se había reído, aquello que siempre había ridiculizado. La
empatía y él en este caso no habían sido amigos. Se saltó el paso de la empatía
y aterrizó de lleno en el de “sufrirlo en sus carnes” realmente.
Lo primero que hizo al despertar
fue preguntar por ella. “¿Dónde está María?” repetía desconsoladamente. Trató
de levantarse y salir de la cama cuando se dio cuenta que algo fallaba, no conseguía
ponerse en pie, sus piernas no respondían. Entonces, de repente recordó las
últimas palabras que había escuchado antes de despertarse. Fueron: ¡Cuidado!
¡Cuidado! Después vino un gran estruendo, una pequeña luz y lo siguiente fue
despertarse en el hospital.
Cuando fue siendo consciente de
lo que le ocurría y de que ahora iba a estar desde el punto de vista que él
siempre había pensado que era inferior al suyo, sintió que el mundo se le caía
encima. Ahora comprendía que no era igual y que otros como él iban a hacer lo
mismo que él había hecho. Creyó que nada
más le podía ocurrir, cuando entraron sus padres a la habitación y le
comunicaron que María estaba grave, muy grave. No dijo nada, simplemente cambió
su expresión y se quedó en silencio. Así, días y días, hasta que salió del
hospital. Su nueva vida comenzaba.
Era lunes y como siempre le
tocaba ir a entrenar, hoy no podía. Ya no podría levantarse y correr. No era lo
peor que le ocurriría. Al día siguiente, al llegar a su instituto, aquéllos que
hasta hacía un mes eran sus amigos, ahora le dejaban de lado por su situación,
comprendió entonces el daño que había causado anteriormente. Primero fueron
insultos, notas en la mesa, impedimentos para poder circular con su silla. Él,
que ahora necesitaba sentirse como los demás, sentir que su impedimento físico,
sólo debía ser eso, y psicológicamente tener la fuerza y el valor para todo.
Una luz tenue iluminó aquel día.
Fue a visitar a María al hospital y estaba mejor. La esperanza volvía al
escuchar su voz, sabía que ella nunca le abandonaría. La alegría a sus días
llegaba cada tarde al salir de clase e ir a visitarla, puesto que su vida cada
día se hacía más difícil por los acosos.
Me alegra poder decirte que tu blog se está enriqueciendo mucho y convirtiéndose en una manifestación de ti misma, tu forma de pensar y tu creatividad. Me ha gustado mucho este breve relato y sobre todo destacaría tu frase de una entrada anterior, "nosotros somos los que creamos lo otro"
ResponderEliminarY es que el pensamiento genera la existencia,-jugando un poco con el título de tu blog y la famosa cita cartesiana; no la existencia física, sino la que se aloja en la mente humana.
Besos.
TE HE DEJADO UNA NOTA EN MI BLOG CONTESTANDO A TU COMENTARIO.
ResponderEliminarLa poesía del silencio es una poesía minimalista, esencialista. Suelen contrastarla con la poesía de la comunicación cuyo principal representante es Luis García Montero, poetas como Paul Celán y María Zambrano se consideran clave.
ResponderEliminarEl poeta español clave es Valente, aqui está la página que te recomiendo mirar, por otra parte en la otra página puedes ver un video de una compañera mía de hace años que es una poeta reconocida y que se considera dentro de este grupo.
Mi consejo para que la exposición te quede genial es que busques un poema de Valente de este estilo y otro de García Montero y veamos el contraste entre ellos. Haz una pequeña exposición para el jueves y yo la completaré con más poemas y más ejercicios de creación para ambos estilos. También podemos ver el video de Ada Salas. A ver qué te parece. Mañana vamos a hacer una evalución del curso. Besos.
http://literaturacervantes.wordpress.com/2009/10/05/ada-salas-y-su-poesia-del-silencio/
http://www.ucm.es/info/especulo/numero16/valente.html